Este es tu momento: Carta al recién graduado

Graduación

 

¡Enhorabuena!

Una etapa termina en tu vida para dar pie a una nueva.

Has pasado unos largos cuatro (¿o cinco?) años en los que has compartido grandes momentos con otras personas; has vivido experiencias inolvidables; hiciste amigos que probablemente conservarás durante el resto de tu vida; te aventuraste en ese Erasmus que tanto te asustaba en un principio pero que sin duda repetirías ahora mismo si te dieran de nuevo la oportunidad.

Todo un sinfín de momentos que, sin duda, han marcado un antes y un después en tu vida.

Al fin y al cabo, ¿no dicen eso de que la universidad es la mejor etapa de nuestras vidas?.

Bueno, tampoco te dejes autoconvencer de que no habrá momentos mejores.

Durante estos años también tuviste que pasar situaciones un tanto agridulces, como esos horribles exámenes que tan odiosamente te tocó memorizar; aburridos trabajos a los que tantas horas tenías que dedicar y que tristemente poco impacto iban a tener en tu formación profesional; profesores cuyas clases tuviste que aguantar y que hacían plantearte la calidad del grado que tanto dinero estaba costándote, etc.

No todo fue color de rosa.

Sin embargo, todo eso ya forma parte de tu pasado.

Ahora toca volver a empezar. Regresar a esa situación en la que te encontrabas cuando cumpliste los 18 años y tomaste la decisión de estudiar esta carrera.

Pero ahora no es como antes. Estos años te han hecho madurar y crecer.

También es muy probable que tengas una visión diferente sobre el dinero y seas consciente de la dificultad que conlleva hoy en día conseguirlo.

Ahora eres una persona más independiente. Puede que sigas en casa de tus padres o tengas que regresar ahora que has terminado tus estudios universitarios, pero ya no eres la misma persona.

Esos años estudiando en otra ciudad y ese Erasmus que tanto impacto tuvo en tu vida te han convertido en una persona más rica. Puede que no económicamente, pero sí en cuanto a experiencias vitales se refiere.

En este momento tienes más poder del que imaginas, así que intenta no malgastarlo.

Puede que no tengas un trabajo todavía o que tampoco tengas del todo claro qué camino quieres que tome tu vida.

Pero tienes algo que vale más que cualquier cosa: libertad. El poder de elegir.

Aún no has firmado ninguna hipoteca que te convierta en esclavo de tu jefe durante los próximos 35 años, ni tampoco tienes la obligación de ir buscando urgentemente trabajos menos cualificados con tal de pagar tus facturas a final de mes.

Todavía no tienes hijos. No te digo que no los tengas, pero sí que lo hagas en el momento que creas oportuno.

Quieras o no, tener hijos va a cambiar tu vida por completo.

El milagro de la vida vendrá acompañado de la gran responsabilidad de mantener a tus hijos durante sus próximos 18-30 años, por lo que es algo que tampoco deberías tomar a la ligera.

Pero volvemos a lo de antes. Tú tienes el poder. Eres libre.

Este es tu momento.

No te dejes llevar por la presión social y toma tus propias decisiones.

Hace cuatro años ya lo hiciste cuando decidiste empezar esta carrera que tanto sudor, dinero y tiempo te ha consumido. Terminaste bachillerato y la sociedad te dijo que lo inmediato era matricularse en una carrera, pese a no tener claro cual es tu lugar en esta vida.

Puede que tomases la decisión idónea y ahora te encuentres allí donde querías o quizá no estés del todo contento con los resultados.

Pero eso ya da igual.

Ahora tienes que volver a plantearte todo. ¿Cuál será tu siguiente paso?

Los elevados índices de desempleo y el pesimismo que consume a nuestra sociedad te ponen las cosas más jodidas. Para colmo, tu amiga universidad te dice que la mejor vía es estudiar un Master. Es eso o estás fuera del mercado laboral. ¡Vaya por dios!

A no ser que la única forma de alcanzar tu sueño sea a través de ese Master, no te matricules. Al menos no hoy.

Párate a reflexionar una temporada antes de continuar con la siguiente etapa de tu vida como pollo sin cabeza.

Lo más preciado es tu tiempo, por lo que intenta no venderlo al primer postor.

Ahora eres una persona más madura e independiente.

Es hora de poner las cartas sobre la mesa, barajar las distintas posibilidades y apostar por la mejor opción.

¿Quieres pasar los próximos años viajando por el mundo sin billete de vuelta? Busca la forma de financiarte en el camino sin la necesidad de tener que ir a la oficina cada mañana.

¿Te gustaría convertirte en un investigador de prestigio y dedicar tu vida a la ciencia? Conoce qué hicieron los grandes del gremio y aprende de ellos. ¿Qué hicieron para llegar hasta allí? ¿Qué habilidades y capacidades han desarrollado?

¿Tienes claro que naciste para la docencia o te gustaría prepararte esas oposiciones para bombero? Analiza qué requisitos vas a necesitas cumplir y encuentra la fórmula que te permita llegar hasta donde quieres con el menor tiempo y coste posible.

 

Si tienes claro cuál es el siguiente paso, analiza estas tres cosas antes de tomar ninguna decisión:

  1. Requisitos y condiciones que tendrás que cumplir
  2. Habilidades que te van a exigir.
  3. Capacidades que tendrás que desarrollar.

Puede que ese Master en Dirección Empresas te abra las puertas a un buen puesto de trabajo en una reconocida cadena hotelera. Tendrás un buen sueldo y cierto prestigio social, pero también tendrás responsabilidades que atender, un horario de trabajo específico, unas períodos vacacionales delimitados, etc.

Asegúrate que todas estas condiciones son compatibles con aquello que tratas de alcanzar.

Ya sabes que el inglés es fundamental, independientemente de a qué te quieras dedicar. Si esta es tu asignatura pendiente, empieza por ahí. No lo pospongas más.

Si para ese puesto de trabajo sabes que necesitarás una serie de capacidades lingüísticas, quizá sea hora de empezar a luchar contra esa timidez.

¿Quieres perder tu miedo a hablar en público? Grábate en vídeo contando cualquier curiosidad y compártelo con tus amigos en Facebook.

¿Vas a necesitar saber expresarte como es debido de manera escrita? Empieza tu propio blog personal o participa de forma activa en foros de discusión.

Lo importante es que asimiles que un Master no es la única vía para adquirir esas habilidades. Vale, puede que el título o certificado sea importante para adquirir el puesto, pero te digo yo que más importante es saber demostrar las capacidades y habilidades que has ido adquiriendo con el paso del tiempo y horas de esfuerzo.

Internet, Youtube, cursos online gratuitos impartidos por prestigiosas universidades, talleres de formación presencial, libros, conferencias, charlas, blogs, etc. Hay un sinfín de posibilidades para formarte muchísimo más económicas que ese Master.

Hoy en día, si no tienes la formación adecuada no puedes echar la culpa al Estado o a la Universidad. Hay herramientas alternativas, lo importante es querer apartarse un poco del camino más fácil y rápido.

La vida no es una carrera. De nada sirve tomar decisiones de manera precipitada si luego no son las idóneas.

Plantéate cual va a ser tu próximo paso y asegúrate de que va a llevarte hacia donde sueñas.

Este es tu momento, así que no lo desperdicies.

Aprovecha el fin de esta etapa para relajarte, reflexionar y, sobretodo, disfrutar al máximo de cada momento.

Varios meses invertidos en un gran viaje puede que parezcan una pérdida de tiempo a visión de terceras personas, pero si llevas leyéndome desde hace un tiempo, sabrás de sobra el impacto positivo que tendrá en tu vida.

¿Qué mejor momento para lanzarse a vivir esa aventura soñada que ahora?

Un gran viaje que se convertirá en tu fiel amigo y consejero que te ayudará a dar tu próximo paso en la vida.

Lo importante es que no te precipites.

No te dejes llevar por el miedo y las inseguridades de la sociedad y conviértete en el único dueño de tus decisiones.

Sin más, quiero felicitarte de nuevo por esa ansiada graduación.

¡Te lo has currado!

Un fuerte abrazo,
Oliver.-

 


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