7 excitantes experiencias que viviré en cuanto regrese a Tailandia

Experiencias Tailandia

 

En septiembre pongo rumbo al país que despertó en mi el deseo de viajar y recorrer el mundo.

Este verano habrán pasado ya tres años de aquel inolvidable viaje. Esa aventura que, desde el día en que regresé, supe que volvería a repetir.

Ahora ese regreso se encuentra más cerca que nunca.

Tailandia está ahí, esperándome.

Soy consciente de que la planificación exhaustiva de un gran viaje es inútil. La clave más bien esta en hacerse una idea genérica de qué tipo de experiencias te gustaría vivir, qué estás dispuesto a aprender y, raíz de ahí, dejarse llevar hacia lo que el viaje te tenga preparado.

Aunque mi viaje sea con vistas a un año de duración, me es imposible predecir cuánto tiempo se extenderá éste.

Puede que mi viaje de un año se alargue a tres; que me enamore durante mi viaje y mi rumbo inicial se desvíe; o que a los tres meses sienta que es momento de regresar a casa.

Estoy convencido de que mi madre preferiría esto último, desde luego. ¿O no mamá?

La únicas cervezas certezas que tengo son un presupuesto de 1.500 euros y un ordenador portátil que me otorga el título tan popularizado hoy día de ‘Nómada Digital’.

Lo demás está por ver.

Y haciendo honor a eso que dicen de que nunca hay que dejar de soñar, hoy quiero compartir contigo alguna de las experiencias que me gustaría vivir una vez aterrice en Tailandia.

Sino conseguí enamorarte de Tailandia con el último post que escribí sobre ella, estoy convencido de que hoy sí terminaré de hacerlo.

 

1 | «Open Water» o bautismo en Koh Tao

La paradisíaca isla de Koh Tao se ha convertido en punto de peregrinación para todo aquel que quiera iniciarse en este arte del buceo.

A lo largo de los últimos años han ido emergiendo más y más agencias especializadas en este tipo de cursos.

Por unos 50 euros es posible realizar el bautismo, lo que te da autorización para realizar tus propias inmersiones por libre.

En 2013 tuve mi primer contacto con aguas tailandesas haciendo «Snorkeling», también conocido como gafas y tubo de toda la vida.

Sumergir la cabeza en el agua y ver como miles de peces de colores pasan fugaces a pocos centímetros de ti, es una sensación difícil de olvidar.

Mi intención es pasar unas semanas relajado en alguna isla, y es bastante probable que Koh Tao sea una de las candidatas favoritas.

Los chicos de Mundo Nómada ya me convencieron de ello así que, a no ser que los planes cambien, esta isla seguirá estando bajo mi punto de mira.

 

Snorkel Tailandia

 

2 | Voluntariado con elefantes.

Si hay algo de lo que me arrepienta de aquel viaje a Tailandia es de haber sido partícipe, en cierto modo, del maltrato que llevan sufriendo los elefantes tailandeses desde hace tiempo.

Por ignorancia y desconocimiento, realicé el típico paseo por la selva a lomos de un elefante.

En aquel momento lo vi como una experiencia excitante, pero mi mentalidad tras haber formado parte de esta dramática situación cambió por completo.

Ver como estos animales eran golpeados por sus entrenadores y expuestos a largas e intensas jornadas de trabajo, cargando y descargando turistas, me hizo abrir los ojos.

Ahora quiero darme una segunda oportunidad viviendo la experiencia desde el otro punto de vista.

Muy cerca de Chiang Mai existe un refugio de elefantes, el Nature Elephant Park, que ofrece a los visitantes y viajeros la posibilidad de colaborar realizando una semana de voluntariado.

Unos días perfectos para aprender más sobre estos animales, echar una mano en su cuidado y alimentación, y aportar tu granito de arena a la causa.

 

Elefantes Tailandia

 

Este parque lleva más de 20 años rescatando y sirviendo como santuario protector de estos animales.

Quiero aprovechar este espacio para compartir esta realidad con el mundo, promoviendo con ello un turismo más responsable con los animales.

Mi amigo Marcos ya vivió esta experiencia de voluntariado y se tomó la molestia de grabar este maravilloso vídeo.

Ha sido volver a verlo y provocar que mis ganas de regresar sean más intensas que nunca.

 

 

3 | Curso de cocina Thai

No sé cuantas veces lo habré dicho ya.

¡Los insectos no son el pilar de la dieta tailandesa!

Su gastronomía no ha alcanzado fama internacional por sus refritos de grillos y saltamontes.

La variedad de propuestas de su cocina es apta para todos los públicos.

El arroz es el ingrediente básico, aunque reconozco que mi punto débil fueron los Noddles.

Mínimo una vez al mes siento la necesidad de escaparme a algún Wok tailandés para tomar mi correspondiente ración de Pad Thai, el plato estrella.

Lo que más me encantaba era llegar a algún puesto o restaurante, observar la carta, y no tener ni remota idea de qué pedir.

Muchas veces me limitaba a curiosear los platos vecinos o a pedir consejo al camarero.

Esto es algo a lo que quiero poner remedio a mi regreso.

La cocina tailandesa me parece muy interesante, a la vez que sorprendente. La forma de mezclar sabores dulces, salados, picantes y amargos es brutal.

Muchas veces no tendrás ni idea de qué estas comiendo pero mira, eso también tiene su gracia, ¿no crees?

Esta vez no lo dejaré escapar.

Prometo que cuando regrese a casa sabré cocinar más de una especialidad tailandesa. ¡Ya estoy cansado de los noddles del chino de mi barrio!

Probablemente realice el curso en Chiang Mai o Pai.

¡También acepto tus recomendaciones en caso de que ya hayas realizado alguna formación de este tipo!

 

Curso de cocina Tailandia

 

 

4 | Probar definitivamente los insectos

¡Vale! ¡Lo reconozco!

Un mes en Tailandia y no fui capaz de probar esos bichos.

Y mira tú que iba plenamente convencido a hacerlo pero, qué quieres que te diga, fue plantarme delante de ellos y paralizarme por completo.

Seré un cagueta o todo lo que tú quieras pero creéme, cuando te enfrentas cara a cara, solos tú y ellos, la cosa cambia.

Nunca olvidaré a aquella joven asiática de ojos rasgados que se comió un escorpión refrito como si lo llevase haciendo toda su vida.

Inocente de mí al creer que su intención no era más que la de hacerse un selfie de recuerdo.

¡Mentira!

¡Tenías que ver las ganas que le puso cuando le arrancó la cabeza de un mordisco!

Sí, es cierto que las gambas, mejillones y sucedáneos pueden considerarse insectos marinos. Aquí incluso son típicos los caracoles, que vienen a ser igual de poco atractivos para la vista.

Pero joder, jamás podré comerme una de esas crujientes y gigantescas cucarachas.

 

 

¡O venga, sí! ¿Por qué no?

Cuando esté allí subiré una foto de todo el manjar para que me ayudes a decidir cual de ellos me meteré en la boca.

¡A ver si así me animo!

 

Bichos Tailandia

 

5 | Pasar noche en una isla desierta

Mi deseo de acampar en una isla desierta de Tailandia lo despertó mi amigo Marcos.

Las islas y playas del sur del país estan repletas de turistas todos los meses del año, algo que hace casi imposible la consecución de este reto.

¿Cuál fue el secreto de Marcos para conseguirlo?

Alquilar un Kayak, echarle valor al asunto, y ponerse a remar durante un par de horas hacia una pequeña isla de los alrededores.

¿Emocionante, verdad?

Pues a ver qué tal se me da a mí.

Una larga e inquietante noche emulando a Tom Hanks en su papel de naúfrago.

 

 

Una hamaca que atar a dos árboles para evitar ser acribillado por los insectos, algo de comer y una cámara de video para contar la experiencia.

Probablemente sea una de las noches que más miedo pase pero, ¿acaso no son ese tipo de experiencias las que se quedan grabadas en tus recuerdos hasta el fin de tus días?

Si tienes pensado hacer un viaje a las islas de Tailandia te recomiendo que veas la película ‘La playa’, con Leonardo Di Caprio como protagonista. O mejor aún, léete el libro.

La historia narra la aventura de un chico (Di Caprio) que, en sintonía de vivir nuevas y emocionantes experiencias, pone rumbo en busca de una paradisíaca isla que, según leyendas populares, nunca ha sido profanada por turistas.

Lo que no sé yo es si sería capaz de ver la película la misma noche que vaya a acampar en la isla. Aunque también es cierto que no habría una mejor ocasión que esa.

Te dejo el vídeo de la experiencia de Marcos para que sientas en primera persona la sensación a la que me refiero.

Cada vez que veo el vídeo me es imposible evitar sentir miedo y respeto, así que no quiero ni imaginar cómo me sentiré cuando llegue el día de la verdad.

 

 

6. Explorar la jungla con Frank Cuesta

¿Sabías que uno de los culpables de que mi interés por descubrir Tailandia fue Frank Cuesta?

Ya me zampaba sus idas y venidas con los animales cuando emitía ‘Frank de la Jungla’, pero no fue hasta ya visitado Tailandia cuando empecé  interesarme por la vida de Frank.

He seguido de cerca su trayectoria, tanto profesional como personal, en estos últimos años.

Tal es mi admiración por él que me he propuesto conocerle personalmente cuando esté viviendo en Tailandia.

Haré todo lo posible, no solo por conocerle, sino por tener la oportunidad de escaparme un día con él a la selva.

¿Qué mejor guía podría tener?

Muchas veces me digo a mí mismo:

– ¿Pero qué dices Oliver? ¿Estás loco? Frank está demasiado ocupado como para perder una milésima de su tiempo en interesarse por ti.

Y es entonces cuando me autorespondo:

– ¿Y qué pierdo por intentarlo? Si tengo la oportunidad de conocerle y hacernos colegas, estupendo. Sino seguiré mi camino y trataré de que no me devore ninguna serpiente.

 

Excursion selva tailandia

 

Y tras este corto monólogo, tengo que reconocer que lo más probable es que misión de conocer a Frank acabe fracasando y termine pidiendo ayuda para bajar de mi nube.

Pero no me importa.

Muchas veces damos más vueltas de hoja a las cosas cuando lo ideal es dejarse llevar y actuar.

Imagina que estás en un bar, has visto a un chico o una chica preciosa y darías cualquier cosa por conocerle/a.

Tienes dos opciones:

  • Dejar tus inseguridades a un lado y acercarte para hablar con él o ella.
  • Quedarte apoyado sobre la barra del bar viendo cómo alguien te levanta el ligue.

Tus resultados finales van a depender de la decisión que tomes en ese momento.

Como se suele decir: El no ya lo tienes, así que ve a por el sí.

 

7 | Vivir un mes en Pai

Pai es una pequeña localidad hippie ubicada entre montañas a unos 140 kilómetros de Chiang Mai.

De los ocho días que pasé en Chiang Mai, tres de ellos fueron en Pai.

Pocos días, pero suficientes como para consolidar mi deseo de volver, y esta vez por mucho más que un par de jornadas.

Con el paso de los años Pai se ha ido volviendo más turística, lo que ha provocado que su reconocimiento como paraíso entre los viajeros haya perdido valor.

Aun y así es un lugar que merece la pena descubrir.

Para que te hagas una idea, esto son de algunos ejemplos de todo lo que puedes hacer en Pai:

  • Bañarte en las aguas termales que hay a pocos kilómetros del pueblo.
  • Hacer excursiones por libre a las aldeas y pueblos cercanos.
  • Explorar las distintas cascadas que hay repartidas por la zona.
  • Ver el atardecer desde el cañón de Pai.
  • Disfrutar del buen ambiente que allí se respira, tan característico de las pequeñas localidades.
  • Alquilar una bicicleta o moto y utilizarla para recorrer alguno de sus rurales senderos.

 

Pai

 

Para llegar hay que hacer las 762 curvas que la separan de Chiang Mai.

Se puede hacer en autobús, minivan o vehículo propio.

En aquella ocasión fui en minivan, con su aire acondicionado y todo, pero esta vez me gustaría hacer todo el trayecto en moto.

¿Te he dicho que la primera vez que conduje una moto fue en Tailandia?

 

Moto Tailandia

 

Allí puedes alquilar motos de 125 cc automáticos por 4 o 5 euros al día, más barato que una hora de bicicleta en España.

Obviamente olvídate de alquilar nada si estás en Bangkok. El caótico tráfico de la capital y el tener que conducir por el carril izquierdo no facilitan la tarea.

Pai es el lugar ideal para alquilar una. Al ser una localidad pequeña y con muy poco tráfico, resulta mucho más fácil y seguro circular que, por ejemplo, en Bangkok.

Estoy convencido de que Pai te encantará. Todavía no he conocido a nadie que me haya hablado negativamente de ella.

Quien sabe, ¡quizás acabemos encontrándonos allí y todo!

 

Conclusión

Si todavía no te has dado cuenta, cada una de las experiencias que quiero vivir cuando esté en Tailandia llevan intrínsecas una salida de la zona de confort por mi parte.

Todas ellas son nuevas para mí.

Puede que estés pensando: «Oh, qué valiente es Oliver», «Yo no podría hacer algo así», «Es demasiada aventura para alguien como yo».

Yo también tenía esa mentalidad hace unos pocos años.

La mayoría de experiencias que vivía eran frente al ordenador de casa, y se resumían en acabar con el jefe de la última mazmorra del World of Warcraft o en ganar el Torneo Nacional de Counter Strike.

¿Quién iba a decirme a mí entonces que estaría interesado en acampar en una isla desierta o en perderme en plena selva tailandesa?

La vida es continuo cambio y evolución.

Nunca dejes que tus deseos y ganas por hacer algo desaparezcan al condicionarte por hechos del pasado.

Si quieres hacer algo, hazlo. Si no sabes cómo hacerlo, busca a quien lo haya hecho primero y pídele consejo.

Recuerda que siempre habrá un maestro para todo aquello que te interese aprender.

 


 

¡Ahora es tu turno!

  • ¿Hay algo que hayas hecho en Tailandia que no debería pasar por alto?
  • ¿Cuál ha sido la salida de confort más grande que hayas hecho durante alguno de tus viajes?

¡Te espero en los comentarios! Leo y respondo cada uno de ellos.

Si te ha gustado el artículo te agradecería que lo compartieses en tus redes sociales. Así podré inspirar y ayudar a un mayor número de viajeros.

¡Gracias!

 

 

23 comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *