La impagable satisfacción de hacer tus sueños realidad

Hacer tus sueños realidad

 

¿Qué se siente al hacer uno de tus sueños realidad? ¿Es realmente la consecución de estos una mera cuestión del destino?

Ya han pasado un par de semanas desde que regresé de mi viaje en grupo por Marruecos.

Como siempre digo, cada nueva aventura supone un antes y un después en tu vida. El mundo sigue girando como si nada hubiera cambiado, pero algo en ti se ha modificado. Ya no eres el mismo que salió de casa.

No publico en el blog desde los días previos a mi viaje. Necesitaba centrar todos mis esfuerzos en el éxito de esta nueva aventura.

Ahora vuelvo con energías renovadas. Con un cúmulo de emociones y sentimientos a los que necesito dar rienda suelta.

Hoy quiero hablarte de cómo empezó todo. De cómo pasé de no tener la más remota idea de qué hacer con mi vida, a forjar mi propio futuro y luchar por aquello en lo que creo; y de cómo se siente uno cuando ve que las tan preciadas recompensas empiezan a llegar.

Muchos expresarán envidia, pero no todos la sentirán de la misma manera. Y esto es algo de lo que te hablaré a lo largo del artículo y que puede que se convierta el principal punto de inflexión en esta etapa de tu vida.

 

EL DESPERTAR DE UN SUEÑO

«Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones, aquellas que rescatan el brillo en los ojos y los corazones caídos».– Pablo Neruda.

Hay algo más triste que tener un sueño y no aventurarse a cumplirlo, y es el hecho de no tener uno.

Hace algo menos de tres años me encontraba estudiando un Grado en Turismo en la Universidad de Granada. Me matriculé en esta carrera por eso de que me gustaba viajar y se me daban bien los idiomas, motivos que entonces me parecieron justificados pero que a fecha de hoy carecen de significado.

Yo no me veía trabajando de recepcionista en un hotel o sentado sobre una cómoda silla en una agencia de viajes, observando como otras personas se aventuran a recorrer el mundo.

Algo en mi interior me decía que este estilo de vida no encajaba conmigo, pero seguía sin tener nada por lo que luchar más que en seguir formándome para más adelante encontrar un trabajo que me permitiera pagar mis facturas.

Entonces se dieron una serie de acontecimientos en mi vida que cambiaron todo:

  • Una relación de tres años con la que es, ha sido y será, una de las personas más importantes de mi vida
  • Un viaje de 30 días por Tailandia
  • Y cientos de personas que, de manera directa o indirecta, han supuesto un antes y un después en mi persona

Estos tres factores fueron esenciales a la hora descubrir qué era lo que deseaba.

Lo que realmente quería era ganarme mi Libertad. Llevar un estilo de vida que me permitiera viajar y conocer mundo; vivir y luchar por aquello que desease en cada etapa de mi vida y, sobre todo, ser capaz de adaptarme a nuevas situaciones y retos de la manera más fluida posible.

Trabajar encerrado en una oficina no era compatible conmigo, pero menos aun encajaba con depender de unas semanas de vacaciones para disfrutar plenamente de mi tiempo. 

Mi sueño empezaba a personificarse, a cobrar vida.

Había dejado de ser una marioneta para convertirme en dueño de mi propio destino. Tenía claro que nada ni nadie iba a hacerme cambiar de idea.

El primer paso estaba dado.

 

Alhambra

 

EL PODER DE LA FE

Si hay algo más poderoso que cualquier acción divina, natural o universal, es la fé en uno mismo. Creer en ti y en todo tu potencial.

A lo largo de nuestra existencia tendemos a adoptar la cómoda postura de pensar que todo lo ocurre a nuestro alrededor es fruto de la suerte o el azar.

Nos subestimamos autoconvenciéndonos de que el éxito personal solo lo consiguen unos pocos, y que nosotros no estamos dentro de ese lote de afortunados.

Nos educan para ser mediocres, tanto que acabamos perdiendo la fé en nosotros mismos y rindiéndonos antes de siquiera haber empezado a jugar.

Que justo haya regresado de cumplir uno de mis sueños organizando mi primer viaje en grupo, generando mis primeros ingresos online y estando más cerca que nunca de mi gran utopía de vivir viajando, no es fruto de mis años estudiando Turismo, eso te lo puedo asegurar.

El que yo esté aquí ahora contándote todo esto, y el que tú estés ahí sentado leyéndome, no es una cuestión de azar, sino de arriesgarme a tomar los caminos que muy pocos atreven.

Buscas ansiadamente un despertador que te haga reaccionar y te impulse hacia aquello que deseas, pero que aquellos llamados realistas no quieren que consigas.

El factor principal que ha supuesto que me mantenga al pie del cañón y pertenezca al 10% de blogs que se mantienen vivos tras su primer año, ha sido una cuestión de creencia.

De haber creído en mí y en mi sueño desde que regresé de aquel viaje por el País de las Sonrisas en 2013. Quienes me conocen saben que esto no es algo que haya surgido de la noche a la mañana, sino que lleva fraguándose desde hace años.

Con esto solo quiero decirte que, tengas un sueño, un objetivo o un estilo de vida en mente, por favor, no te infravalores y creas que es demasiado ambicioso para alguien como tú.

Cree en ti, trabaja duro y te aseguro que pronto las primeras recompensas irán llamando a tu puerta.

 

CUANDO TODOS GANAN: WIN – WIN – WIN

Como te he comentado antes, el que regresa de un viaje nunca es el mismo que el que partió.

Y, por tanto, las emociones que afloraron los días previos a esta aventura fueron muy diferentes a las que despertaron a mi retorno. La satisfacción personal tras ser consciente de que mi sueño se estaba haciendo realidad era tal que me era imposible ver todo lo que se avecinaba.

El viaje no solo significó un paso de gigante hacia mi sueño, también supuso un impacto positivo y certero sobre la vida de otras personas.

Un impacto que dí por hecho mientras organizaba el viaje, pero que para nada era consciente de su dimensión.

¿Qué crees que se siente cuando, no solo cumples uno de tus sueños, sino que al mismo tiempo cambias la vida de otras personas?

  • Cuando tus propios compañeros de viaje te dan las gracias, entre abrazos y lágrimas, por darles la oportunidad de vivir uno de los viajes más emocionantes de sus vidas.
  • Cuando recibes un e-mail de Jose, tu amigo y compañero de aventuras, en el que te cuenta cómo este viaje ha supuesto un antes y un después en su vida, y que ya nada ni nadie podrá detenerle en su lucha por alcanzar sus sueños.
  • Cuando Moha, nuestro amigo y querido anfitrión bereber, quien nos alojó en su casa junto a su familia durante nuestro paso por el desierto, te escribe dándote las gracias por la gran ayuda económica que este viaje a supuesto para su humilde familia.
  • Cuando tienes la oportunidad de mostrar, de manera real y directa, a otras personas, y al mundo en general, que todo por lo que luchas y crees es cierto.
  • Cuando empiezas a ser consciente de que todo tu trabajo tiene una repercursión mucho mayor de la que nunca pudiste imaginar.

Entonces, y solo entonces, es cuando te das cuenta que todo ha merecido la pena.

¿Y qué insensato podría poner precio a tal satisfacción personal?

¿Qué es el dinero en comparación toda esta serie de emociones y sentimientos?

Experiencias que, una vez más, confirman que el dinero no es el fin, sino el medio. Una herramienta más cuya función no es otra que la de allanar tu camino.

 

Hacer tus sueños realidad - Marruecos

 

ENVIDIA: SALVACIÓN O PERDICIÓN

Y para concluir este personal artículo, me gustaría hablarte sobre una idea, un concepto al que llevo dándole vueltas bastante tiempo.

¿Qué es la envidia? ¿Es un sentimiento positivo o negativo?

Desde mi punto de vista, hay dos tipos de personas diferentes, al igual que dos maneras distintas de entender el concepto de envidia.

En este momento es bastante probable que en ti haya despertado un sentimiento de envidia hacia toda la satisfacción personal que acabo de compartir contigo.

«Qué cabroncete este Oliver Trip, el tío no para de pegarse viajecitos y todo le sale bien», «¡Buah, ojalá yo tuviera las ideas tan claras como Oliver».

¿Me equivoco?

Hasta ahí todo está bien. Lo normal es que tendamos a compararnos con personas a las que admiramos, que han logrado algo que nosotros deseamos.

El punto de inflexión llega ahora. Cuando te sitúas al lado de un bando o de otro. El bando de la salvación o de la perdición.

El bando de la perdición te llevará a la frustración y a la rabia. La envidia te corroe por dentro y empiezas a buscar excusas, o lo que es peor, a creértelas, con tal de nublar el éxito de otros. En vez de aceptar una realidad, tratas de destruirla a toda costa. No aceptas que otras personas consigan sus sueños y vivan la vida que tú no eres capaz de vivir, y los maldices.

El bando de la salvación, a diferencia del primero, se centra en aprovechar cada gota de ese vaso de inspiración que acaba de llegar a tu vida. Ves que alguien ha logrado lo que tu sueñas o deseas, y adoptas una postura receptiva. Te conviertes en una esponja que porta la proactividad por bandera y te dispones absorber todo lo que la otra persona puede mostrarte.

Quieres seguir su camino. Te encanta, te apasiona, quieres aprender de él o ella. Y a diferencia del bando de la perdición, eres más que consciente de que todo depende de ti.

Así que de ti dependerá situarte en un lado u otro del tablero.

Yo ya escogí color hace mucho tiempo.

¿Y tú?

 

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Y como una imagen vale más que mil palabras, te dejo este corto vídeo que resumen todo lo que tuve la oportunidad de vivir junto a mis 10 compañeros de aventuras este pasado mes de mayo.

Será la magia de viajar…

 

 

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¡Ahora es tu turno!

  • ¿Has tenido la oportunidad de cumplir alguno de tus sueños recientemente? ¿Qué te está impide alcanzarlos?
  • ¿Qué idea tienes del concepto envidia? ¿Te sitúas más en el lado de la salvación o de la perdición?

¡Te espero en los comentarios! Leo y respondo cada uno de ellos.

Si te ha gustado el artículo te agradecería que lo compartieses en tus redes sociales. Así podré inspirar y ayudar a un mayor número de viajeros.

¡Nos vemos en el camino!

 

9 comments

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